jueves, 29 de noviembre de 2012
deep sea arcade ~ the rosemount hotel ~ 23 de noviembre 2012
la reseña del concierto en perth el viernes pasado se ha hecho esperar muy poco. como viene siendo habitual con los conciertos en perth, la he encontrado en the space ship news y está escrita por keaton mcsweeney que estoy bastante segura ya había escrito sobre deep sea arcade con anterioridad. también hay una galería de fotos sobre el concierto, unas siete fotos si mal no recuerdo, pero sobra decir el motivo por qué no las publicaré.
una gran multidud de final de semana -sí, tal cual, no pone weekend pone end-of-the-week- se había reunido en el jardín de la cerveza del rosemount cuando se abrieron las puertas de la sala de conciertos el viernes por la noche, con más de uno de los juerguistas la borrachos, sin duda, para darles la bievenida a los de syndey en su regreso. de gira por west australia por tercera vez este año, deep sea arcade estaban de paso presentando su granite city tour, el tercer single -en realidad, si dejamos de lado lonely in your arms y don`t be sorry, ambos lanzados en 2009 cuando el álbum aún era una mera idea, granite city no es el tercer single sino el cuarto, pero bueno...- de su bien recibido álbum debut, outlands.
este es el punto de la reseña -sí, hay dos párrafos que me he saltado en la que habla de los teloneros- en la que por general se inicia describiendo como deep sea arcade subieron al escenario, entre un coro de aplausos de la sala del rosemount que estaba llena. sin embargo mientras que eso hizo transpirar la noche del viernes, antes de entrar en cualquier discusión sobre la actuación de la banda, siento la necesidad de tocar un asunto más apremiante. la forma en la que deep sea arcade fueron mezclados -y con eso se refiere a la mesa de sonido del local- el viernes por la noche fue una de las más pobres en cuanto a esfuerzo en la producción de sonido que este crítico ha experimentado nunca. en primer lugar, el nivel de volumen fue completamente inapropiado teniendo en cuenta el género y el estilo de la banda. las voces fueron empujadas tan alto que incluso las bromas entre el líder, nic mckenzie, y el público, entre canción y canción, se oían distorsionadas y de forma ensordecedora. sobra decir que, una vez empezó a cantar, la amplificación combinada con su estilo nasal vocal, creó un sonido que hizo que más de uno se tapara los oídos o incluso se fueran de la sala. la batería de carlos adura fue igualmente dominante u mientras que la voz y la batería sonaban a todo volumen, el resto de la banda fue empujada de manera similar hasta el punto de distorsionar.
ahora dejadme cualificar estas quejas diciendo que el que suscribe, no es ajeno a los conciertos ruidosos. durante el tiempo que llevo escribiendo para este sitio he tenido el placer de ver y reseñar varias bandas que de manera positiva se deleitan en la instrumentación pesada y el volumen extremo. de hecho, el volumen extremo, cuando se mezcla correctamente puede ser una experiencia altamente satisfactoria. el hecho de que el espectáculo fuera ruidoso no era la cuestión. la cuestión de la noche del vieres fue que el volumen extremo, en combinación con la mezcla de sonida desconcertantemente pobre, se tradujo en un concierto que estaba en el límite de lo insoportable, independientemente de lo bien que la banda tocara. teniendo en cuenta que el rosemount es uno de los lugares principales de perth para actos nacionales e internacionales, este tipo de incompetencia fue muy decepcionante.
afortunadamente la banda tocó bien a pesar de la mezcla y aparentemente eran inconscientes de los daños auditivos que estaban inflingiendo. abriendo con fantásticas puñaladas sintetizadoras de seen no right, el líder, nic mckenzie se pavoneaba lángidamente por el escenario y con su distintiva camisa de cachemira medio desabrochada, su extrañamente poco elegante forma de señalar y de gesticular le daba un aspecto de héroe olvidado del madchester, reapareciendo en 2012 para recordarnos por qué la haciendoa era el lugar idóneo para estar. el nuevo single granite city apareció pronto, aunque desgraciadamente su dinámica estaba perdida en la horrible mezcla. la movida if the devil won't take you fue seguida por la multitud, un par más de sus populares singles steam y lonely in your arms, y antes de black cat -canción que desconozco por completo!- pudimos ver a simon desatado con un impresionante solo. sin embargo fue la ensoñadora together la que fue la canción destacada del conjunto, un tema que recuerda mucho a la reciente producción de los tame impala.
el reciente -reciente? girls lleva más de un año publicado...- single girls pasó a recibir una positiva y predecible reacción entre el público, a pesar que debió de parecer desconcertante para los miembros de la banda que estaban tocando para una sala medio llena. agradeciendo a la multitud antes de prometer que no iba a haber bis, mckenzie llevó a la banda a una ruidosa interpretación de keep on walking, uno de sus primeros singles que originalmente es de tres minutos pero que en esta ocasión alargaron para cerrar su actuación. en cuanto a los que habían elegido sufrir con la perforación de sus tímpanos se dirigían a la salida frotándose las orejas, yo me quitaba cuidadosamente los tapones para los oídos que me puse de forma apresurada al comienzo de la actuación. sea como fuere, aún habiendo usado la protección auditiva, podía sentir los primeros síntomas de un dolor de cabeza empezando a latir en mis sienes. lo sentí por todos aquellos que no tuvieron un par.
y yo me pregunto, a caso este hombre lleva consigo a todos los conciertos un par de tapones por si acaso? no parece muy normal, no? o sí quien sabe. por cierto, que mientras traducía la crítica se me han hinchado las narices y he insistido con las fotos, he sido amable pero contundente, pero han sudado de mi nuevamente, el día que me canse de verdad las publicaré sin permiso y que se jodan!
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