y va otra! señoras y señores fans de deep sea arcade, tenemos una nueva reseña de la quinta y última actuación del granite city tour, el tour más corto en el que han participado desde que nació este blog, y desde luego al que más tiempo y entradas he dedicado, y como poco aún falta otra... ahí es nada! ésta la encontramos en tone deaf, viene firmada por daniel herborn y empieza citando a mckenzie tal y como ya vimos en dos de las anteriores críticas.
"hace cincuenta minutos estaba en casa limpiando mi habitación, ahora estoy ante mil personas" el cantante nic mckenzie le dijo a la multitud, en un estado de evidente incredulidad por lo lejos que está llegando la banda.
después de una agonizante espera para los cabezas de cartel, incluyendo unas interminables puestas a punto técnicas y las limpiezas a última hora del cantante, deep sea arcade inmediatamente desmuestran que la espera ha valido la pena recibiendo una extasiada respuesta cuando suenan los acordes de su primera canción, seen no right.
al igual que otras muchas de sus canciones, esta trae a la mente la euforia neo-psicodélica de los stone roses, sin embargo intercambiando las voces flotantes e independientes de esta banda por otras más enérgicas, el pop alegre engancha.
su inclinación por inteligentes clásicos del pop también se percibe en la majestuosa granite city, de mientras abarcan algunas influencias más duras del territorio stone roses en la canción if the devil won't take you, que también demuestra su talento para ganar harmonías.
una hábil versión de let forever be -la memorable colaboración entre the chemical brothers y noel gallagher- también hace acto de presencia, su loop de batería hipnótico y psicodélico de pantalla ancha, demuestra lo bien que se adapta deep sea arcade al rock psicodélico.
hay un pavoneo a deep sea arcade estos días y con memorables interpretaciones tales como girls y la martilleante black cat no hacen absolutamente nada para detener el impulso de este show. en sus mejores canciones perduran los cortes puros del pop y don't be sorry es otra de esas encantadoras canciones que se te meten en la cabeza.
más allá de sus indudables cualidades como músicos y compositores, quizás la parte más memorable de su acutación fue el evidente regocijo de la banda y su gran agradecimiento por haberles hecho llegar a lo más alto.
mckenzie aún puede estar pellizcándose a si mismo para creerse que ha estado tocando delante de unas mil personas, pero ahora tiene la foto con poses de zombie como prueba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario